miércoles, 30 de julio de 2014

Un vínculo muy especial

Una de las cosas más lindas de la infancia son, definitivamente, las abuelas y, en muchos casos, las tías.

Para los niños, las abuelas y las tías tienen un modo extremadamente familiar. Su voz, sus ocurrencias y su olor quedan impregnados en  la memoria para siempre. Y sus mimos, gestos de cariño y regalos son tan especiales como los que reciben de sus padres. 

Cuando las abuelas o las tías cuidan a los pequeños, aunque sea por un par de horas, las madres delegan en ellas la función maternal, una enorme responsabilidad. Para los niños, su sola presencia es la prueba más clara de que forman parte de una familia con una historia, una herencia. Y esto es muy importante para su identidad. 

Las abuelas y las tías pueden ofrecer una mirada diferente y enriquecedora sobre los padres: ¿Cómo era mamá cuando era chica?, ¿qué cosas le gustaban a papá?, ¿me parezco a ellos? Esa información siempre interesa y divierte. También serán las únicas que nos mirarán a los ojos para decirnos con total sinceridad cómo estamos o cómo ven a nuestros hijos. 

En momentos en que como madres sentimos que estamos a punto de explotar o de cometer filicidio, ellas pueden desactivar toda la tensión o resolver un berrinche con una mirada o con un solo movimiento (¡son unas genias!). Además, ¿quiénes son las primeras en socorrernos cuando necesitamos una mano extra, llegamos tarde de una reunión o tenemos un programa de adultos? Sí, ellas. Y con enorme generosidad. 

Por eso y por muchos motivos más, fomentar este vínculo es fundamental, y no solo para los chicos. Los nietos resignifican la vida de muchas abuelas y los sobrinos despiertan en las tías sentimientos únicos. 

Les proponemos una actividad para anotarse con nietos y sobrinos: Kindermusik, ¿lo conocen? Vanessa Alanis, teacher en el Instituto Cambridge, asegura que recibe a muchas abuelas: “Se llevan nuevas formas de jugar con tus nietos y se divierten tanto como ellos”. Ella misma conoció el programa como tía: “A mí y a mis sobrinas nos dejó un recuerdo lindísimo y forjó nuestro vínculo”. 

“Mucha gente que vive en la ciudad no tiene una plaza cerca para jugar con los niños. Este un espacio de juego cuidado y accesible, que no se suspende por lluvia y que es muy calentito en invierno. Además, los niños aprenden inglés”, asegura Vanessa. Vale la pena conocerlo, ¿no?

¡Le agradecemos a Vanessa Alanis, de Kindermusik Instituto Cambrigde, por participar en este post! Kindermusik Instituto Cambridge es uno de nuestros locales adheridos.

BENEFICIO EXCLUSIVO BABY COMING: Si te anotas en cualquier taller de Kindermusik, decí que vas de parte de Baby Coming y te llevas un instrumento musical Minimento de regalo. ¡Aprovechá!

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